ORACIÓN PARA RECIBIR ASISTENCIA DE LOS ÁNGELES GUARDIANES EN TODO MOMENTO O CONTRARIEDAD

A los santos Ángeles, nuestros custodios, conviene rezarles a fin de alcanzar su ayuda y protección en cualquier circunstancia adversa que atravesemos, son nuestros  guardianes  y con gran amor nos libran de peligros. Es también muy beneficioso recibir su asistencia en los momentos que suframos de enfermedad así como en hora de la muerte. 

ORACIÓN
 

Espíritus celestiales,

Ministros del Dios grande,

a quien fuisteis fieles

desde el primer instante de vuestra creación,

y que por haber hecho un santo uso

de aquellas gracias con que él sé dignó

benignamente enriqueceros,

tenéis la dicha de gozar

de una inalterable y eterna felicidad.

 

Vosotros que santamente seguisteis
el camino que se os había mostrado

para llegar seguros a la verdadera gloria;

vosotros que supisteis aprovecharos también

de las luces que se os dieron

al salir del caos de la nada,

venid a socorrerme.


¡Oh puras Inteligencias!

Ya que vuestro Creador y Dios,
Dios también y Creador mío,

se dignó ponernos a los hombres 

bajo vuestra defensa, protección y cuidado,

con no menos humildad que confianza

os pido que en los momentos de peligro
dobléis el favor que me hacéis
con la amorosa solicitud con qué me amparáis.

 

También os ruego que lo hagáis

cuando tenga que combatir contra mis enemigos,

tanto terrestres como infernales
particularmente contra los ángeles
oscuros, de tinieblas y de iniquidad,

que tan gloriosamente sabéis vencer

desde el principio del mundo.

 

Sugeridme en las horas difíciles
aquellos felices sentimientos que os animaron
y enfervorizaron al sostener la gloria de vuestro Dios.
Insinuadme en los momentos terribles

aquellas máximas que tan prontamente os fortalecieron cuando las inteligencias revoltosas, los demonios,

se empeñaron en atraeros a su partido,

y a arrastraros consigo a la eterna condenación.

Alcanzadme con vuestra intercesión

aquellas gracias que conocéis
y que me sean mas necesarias

en toda dificultad por la que atraviese

para hacerme más fácil la solución.

Inspiradme sentimientos de una verdadera

conformidad con la voluntad de Dios,

sentimientos de un verdadero

arrepentimiento de todos mis pecados,

y dadme luces que me hagan descubrir
claramente los errores en que pueda haber incurrido,

y las obligaciones que tal vez no haya cumplido aun,

para que así pueda satisfacer a la divina justicia
antes de comparecer a su terrible tribunal.

Hacedme concebir ahora todo aquel temor
que deba tener entonces a causa
de tantas infidelidades contra nuestro buen Dios,

y alcanzadme la gracia para arrepentirme

y pedir perdón a Dios.

 

 ¡Oh Espíritus amabilísimos!
perdonadme vosotros también

el olvido que tantas veces he tenido

 de vosotros, y de tantos beneficios

que me habéis dispensado.

 

Reconozco ingenuamente que así como

el cuidado que tenéis de mi es continuo,

así mi correspondencia a vuestro amor

debería ser sin interrupción.

Perdonadme, ¡Oh Espíritus llenos de caridad!

el poco respeto que os he tenido,
atreviéndome a pecar en vuestra presencia,
delante de vuestros mismos purísimos ojos.

 

Propongo amaros en adelante con mas fervor,

ser mas dócil a vuestros consejos,
obedecer con mas prontitud vuestros órdenes,

reconocer con mas ternura vuestros favores,

y confiar en vuestra poderosa protección
con una confianza mas firme y mas afectuosa.

 

Con vuestra protección poderosa
dignaos favorecerme especialmente

en mis penas y tristezas

así como cuando llegue mi momento final,
 a fin de que pueda juntamente con vosotros

ver a Dios, gozar de Dios y glorificar a Dios

por todos los siglos de los siglos.

 

Amen.