Pues sois médico especial
noble, ilustre, y muy famoso
oh, San Pantaleón glorioso
líbranos de todo mal.
En Nicomedia nacido,
pensáis en la juventud,
como volver la salud
cl que la había perdido:
De la misma así raudal
fuisteis después caudaloso,
oh, San Pantaleón glorioso,
líbranos de todo mal.
Retórico y excelente,
Retórico y excelente,
y filósofo también,
anheláis al sumo bien
de todos los bienes fuente:
A infinito eternal
os llegasteis venturoso,
oh, San Pantaleón glorioso,
líbranos de todo mal.
A la fe del Salvador
por Hermolao pasáis
en la que al instante halláis
la medicina mejor:
De la fuente bautismal
dais el licor prodigioso,
oh, San Pantaleón glorioso,
siendo ya antes exquisito,
cada día mas perito,
subís en el medicar:
subís en el medicar:
Dais la salud corporal,
al devoto fervoroso,
oh, San Pantaleón glorioso,
líbranos de todo mal.
Como tanto os distinguisteis
brillando en la medicina,
de sanidad oficina,
d todo el mundo os abristeis:
Benéfico, liberal,
muy útil, y provechoso,
oh, San Pantaleón glorioso,
líbranos de todo mal.
Del que es Autor de la vida,
y Señor de la salud,
Jesucristo en la virtud,
la muerte dejáis rendida:
Así dais vida inmortal
a muchos y muy gustoso,
oh, San Pantaleón glorioso,
líbranos de todo mal.
De Hermolao en la figura,
con Jesús a vuestro lado,
os halláis muy consolado,
y muy lleno de dulzura:
En las penas el caudal
tenéis de eterno reposo,
oh, San Pantaleón glorioso,
líbranos de todo mal.
Cuando en todos los tormentos
Jesucristo os acompaña
no os alteran de vil saña
los mas fieros instrumentos:
los mas fieros instrumentos:
Del Tirano, en cada cual
triunfáis siempre victorioso,
oh, San Pantaleón glorioso,
líbranos de todo mal.
De sanidad tenéis don,
y no solo de garganta;
de la cabeza a la planta
siempre y en cualquier ocasión:
Mas puro vos que el cristal,
mas lúcido, mas lustroso,
oh San Pantaleón glorioso,
líbranos de todo mal.
No solamente curáis
todas las enfermedades,
si que en todas las edades,
de las mismas preserváis:
Ya en la Patria Celestial
eternamente gozoso,
oh, San Pantaleón glorioso,
líbranos de todo mal.
De bienes sois mineral
en todo maravilloso,
oh, San Pantaleón glorioso,
líbranos de todo mal.
Hacer ahora una petición al glorioso santo
con la creencia de que habrá sido escuchada.
Su festividad se celebra el 27 de Julio.
Cuidar de los enfermos sin interés.
El glorioso mártir del Señor San Pantaleón nació en la ciudad de Nicomedia. Su padre era hombre rico y noble aunque gentil, pero su madre era cristiana, la cual murió dejándole muy niño.
Una vez crecido en edad, el padre le puso a estudiar Retórica y Filosofía, en los cuales destacó mucho. Era de honestas costumbres, modesto, concertado en sus razones, de muy gentil disposición y de todos estimado y amado.
Hizo estudios de Medicina convirtiéndose en un famoso Médico pero mucho mas perfecto, después que se hizo cristiano por la influencia un santo sacerdote llamado Hermolao, porque ya entonces sanaba todo género de enfermedades en virtud del nombre de Jesucristo, y con sus muchos milagros convirtió muchos gentiles a la santa fe y entre ellos, a su propio padre, que murió santamente.
Le tuvieron mucha envidia los otros médicos infieles y le acusaron delante del Emperador Maximiano de ser cristiano, por lo que éste, le hizo prender y padecer muchos tormentos. Entre las torturas, recibió la visita de Jesucristo, que se le apareció en forma de viejo, que le alentó al martirio y le dijo que estaría siempre a su lado y que le ayudaría a padecer.
Finalmente le cortaron la cabeza, de la cual salió leche en vez de sangre y el árbol de la oliva en que estaba atado, a su muerte se vio cargado de fruto.
Fue su glorioso triunfo el 27 de Julio del año 311.
Meditación de como Dios es nuestro Médico:
Jesucristo está con nosotros como Médico que quiere sanar las enfermedades de nuestra alma, que son nuestros pecados.
En primer lugar, nos priva de todos nuestros gustos imitando a los médicos, que hacen ayunar a los enfermos, prohibiéndoles las cosas dulces y recetándoles medicinas y bebidas amargas de todo genero. Y con todo esto murmuramos y criticamos a este Medico Divino porque nos parecen muy penosos sus remedios y sufrimos mucho mas, para recuperar la salud del cuerpo.
Para sanar a un hombre es preciso muchas veces cortarle algún miembro, sacarle sangre de sus venas... lo mismo hace Dios con los pecadores. El dinero hace en el mundo lo que la sangre en el hombre y esta es la causa de tu enfermedad porque si tienes mucho dinero, obras mal por ello y se corrompe esta sangre, si los das a los pobres, encontrarás la salud para tu alma y la satisfacción y la salud del bien realizado.
Muchas veces, en el comercio del Cielo como en el del mundo, conviene arriesgar una pequeña perdida para conseguir una gran ganancia.
Los enfermos, cuando están convalecientes necesitan dos cosas para evitar las recaídas, son estas dos cosas un buen gobierno de vida y un buen sustento. Pide a tu Padre Espiritual que te oriente sobre el modo de vivir que debes observar y no faltes á él. El manjar que te debe sustentar, es la Sagrada Escritura: recibe este manjar muchas veces, preparándote con devoción y agradecimiento a tan soberano favor.
Ruega por los que profesan la Medicina.
ORACIÓN
Señor Dios y Padre mío,
que honraste con la palma del martirio
al Bienaventurado San Pantaleón,
Médico acertado y feliz,
tanto de las almas como de los cuerpos:
Concede el que muchos
imitando su desinteresada caridad
para con los enfermos,
sean de eternos bienes
sus participantes en la gloria.
Concédeme también Señor,
que por la intercesión de tan glorioso santo,
sea agradable a tus ojos
la petición que en mi plegaria te he hecho.
Amen.
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