San Alejo renunció a su familia, fortuna y hacienda para peregrinar por varios lugares. A su regreso a casa, vivió debajo de una escalera, en pobreza y maltratado por su propia familia que no le reconoció. Actualmente es muy milagroso cuando se le invoca para alejar todo tipo de enemigos y males.
Glorioso San Alejo, humilde del Señor,
devoto de Dios, San Alejo mío,
tú que tienes el poder de alejar todo lo malo
que rodea a los escogidos del Señor
te pido que alejes a mis enemigos
y a los males que me acechan.
Aléjame de Satanás, aléjame del mentiroso
y el hechicero, de las malas lenguas
y de los que miran con malos ojos,
así como también del pecado y,
por ultimo, aleja al el que viene para hacerme daño
ponme a salvo de lo malo y que jamás me vean.
Aleja a todos mis enemigos.
Aleja los que tienen malos pensamientos hacia mi.
Aleja los insensatos que quieran hacerme mal.
Aleja a los que hablan mal de mi a mis espaldas.
Aleja a los que me traicionan o traicionaran.
Aleja a los que me acechan.
Aleja a los que me envidian.
Aleja a los que me quieran hechizar.
Envíalos lejos, donde ni a mi ni a nadie
puedan dañar, acechar ni atosigar
con sus palabras, hechos o malas artes.
Acércame a Dios, Señor Nuestro,
para que con su bondad y divina gracia
me cubra de todo lo bueno
y me reserve un puesto
a la sombra del Espíritu Santo.
Amén.
Su festividad se celebra el 17 de Julio.
Nació San Alejo en la Ciudad de Roma, de padres nobles, ricos, y piadosos Cristianos, los cuales con sus oraciones alcanzaron del Señor este hijo. San Alejo fue educado en el temor de Dios y en las buenas costumbres.
Siendo aún niño dio grandes muestras de haber sido escogido singularmente por Dios para gloria suya. Teniendo ya edad para casarse sus padres le buscaron una novia de buen linaje, rica y hermosa. Le dijeron que se casase y Alejo obedeció a sus padres, y se desposó con ella con gran regocijo, y fiesta de todos los principales de Roma.
La noche siguiente al día de su boda, deseando guardar virginidad e inspirado de Dios, renunciando a su nobleza, patria, hacienda, padres, y esposa, salió por el mundo a peregrinar por Crist0.
Llegó a la Ciudad de Edesa, y allí, como pobre, se puso a vivir debajo del portal de una iglesia, donde había una imagen devotísima de la Virgen, a la que tenia mucha devoción, y se dedicó por espacio de diecisiete años en servirla, de cuya benignidad fue muy favorecido.
Después de haber peregrinado por diversas partes del mundo, fue recibido en la casa de sus padres, como pobre desconocido, siendo maltratado por los criados y por su esposa у con su gran paciencia, venciéndolo todo y durmiendo debajo de una escalera por una voz del Cielo y un papel que dejó escrito fue reconocido por sus padres y por su esposa después de su dichosa muerte, que fue el 17 de Julio del año 398.
Meditación de la vida de San Alejo
San Alejo, dio de lado a todas las grandezas de una alta fortuna para vivir en pobreza y castidad. Puedes tu esperar mayores riquezas, gustos mas deseables, y puestos mas honoríficos que los que este Santo despreció? ¿de donde nace que no tengas la misma estimación y el mismo amor que él tuvo a estas dos virtudes? Yo te lo diré, es porque tienes tu espíritu entregado a los bienes de la tierra , sin considerar que hay Cielo e infierno. Si meditaras estas verdades, despreciarías las delicias mundanas para gozar las celestiales después de la muerte.
Volvió este santo a la casa de su padre para triunfar del amor, de las riquezas, honras, y deleites, no evitándolas ya, sino sintiéndolas en su Fortaleza. ¡Que cruel combate! y que trabajo no hubiera tenido en conseguir la victoria si Dios, que le había puesto en este peligro no le hubiera dado fuerzas y valor para vencer. Tu que estás en el mundo, no te escondas de las tentaciones y ocasiones que se te ofrezcan para conseguir victorias gloriosas.
¿Que gozo n0 tendría este Santo a la hora de su muerte de haber vencido al mundo, demonio y carne? Pues quiso mas morir pobre, casto y de incognito, que gozar de los bienes con que le auguraba su ilustre nacimiento. Si quieres morir, como San Alejo, imítale y ruégale, pues también se implora su intercesión, para alcanzar muerte feliz. Ten cuidado de vivir bien y tendrás la dicha de morir bien.
Ruega por los que aspiran a una vida mejor.
ORACIÓN
Señor Dios por cuyo Amor divino
el Bienaventurado San Alejo,
tu Confesor glorioso,
dejó intacta a su esposa,
y después de muchas peregrinaciones,
vivió finalmente escondido,
y no conocido en casa de sus padres,
como pobre mendigo.
Concédenos, la súplica que te hacemos,
y que con el deseo de agradarte
a ti solo, huyamos de ser vistos de los hombres,
y merezcamos la gloria eterna.
Amén
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