Los hermanos Juan y Pablo fueron martirizados en Roma en tiempos de Juliano el Apóstata por negarse a aceptar su amistad, favores y renunciar a su fe cristiana. San grandes protectores antes malas compañías, envidias, enemigos... su festividad se celebra el 26 de Junio.
ORACIÓN
Benditos hermanos Juan y Pablo,
Benditos hermanos Juan y Pablo,
santos mártires de Dios
y abogados, defensores y benefactores míos.
Vosotros, que fuisteis martirizados
por el cruel Juliano el Apóstata
por no aceptar su amistad y favor
y renunciar a vuestra fe,
sabéis lo perversas que pueden llegar a ser
algunas personas que se cruzan en nuestro camino,
que no dudan en mentir, difamar,
dañar, perseguir y atormentar
a quienes no se someten a sus caprichos.
Alejad las malas compañías de mi vida,
de mi familia, de mi entorno,
no permitáis que seamos visibles a sus ojos,
mantenednos alejados de sus comentarios,
no dejéis que seamos dañados por sus artimañas,
que sus ataques no nos dañen,
que sus perfidias se vuelvan contra ellos,
que sus malos deseos sean revocados
en el nombre de Dios nuestro Señor,
por quienes vosotros disteis la vida
y ahora estáis entre sus favoritos
gozando de su gloria en el Cielo.
Que sea vuestro favor para mi y los míos
la bendita protección que nos aleje
de todo el que nos quiera mal,
y yo os agradeceré vuestra custodia
difundiendo vuestro culto y oración
para mayor gloria vuestra.
Amén.
Su festividad se celebra el día 26 de Junio.
San Juan y San Pablo, hermanos mártires, fueron caballeros romanos y servidores de Constancia, hija del Emperador Constantino; San Juan era mayordomo y San Pablo su secretario, los cuales por muchos años se ocuparon en obras de piedad, convirtiendo a muchos a la Fe de Cristo con sus palabras y con su ejemplo hasta que llegó el poder Juliano Apóstata y les envió a decir que de muy buena gana se serviría de ellos y los tendría junto a él , si le imitaban en dejar la vida de los Cristianos. A esto respondieron los santos que no aceptaban entrar al servicio de Juliano, no por servir a otro hombre, sino por servir a Dios, el Creador del cielo y de la tierra, y que por no ofender a Dios no querían su amistad ni entrar en su palacio.
Este les dio diez días para que mirasen lo que debían hacer y en este tiempo repartieron toda su hacienda entre los pobres. En el día 11 vino a su casa Terenciano, ministro de Juliano con mucha escolta y con una Estatua de Júpiter, para que la adorasen y le ofrecieran incienso, y si no lo hacían allí mismo serían degollados porque. no quería que muriesen en publico, por ser personas principales.
Ellos manteniéndose en su fe, respondieron a Terenciano: si Juliano es tu Señor, préciate de ser su criado, que nosotros nos preciamos de tener por Señor a Jesucristo, y dicho esto, Terenciano los mandó allí degollar y sepultar secretamente en un hoyo que se hizo en la misma casa. Fue su martirio el 26 de Junio del año 326.
Meditación de las compañías buenas y malas.
Debes tener mucho cuidado con las malas compañías, porque de ellas nada bueno se aprende y se aborrece la virtud.
Al principio puede ser que te resistas a caer en sus artimañas pero al final te dejarás arrastrar de ellos ( como muchos), y te dejarás llevar perdiendo tus buenos principios, haciendo y diciendo los que ellos. Si ves defectos en los otros, míralos como algo que debes detestar y no como ejemplo que debes imitar.
No tiene el mal, nuestro mortal enemigo, mas poderosa máquina para ganar almas, que las malas compañías: estas son los interpretes de su mala voluntad y los ejecutores de sus ordenes. Las malas compañías aturden el entendimiento con sus dañosos artificios, y arrastran la voluntad de sus víctimas con sus perniciosos ejemplos. Estos son ardides que el mal tiene en sus redes, para reclamo de otros. Resiste a sus malas artes con la Doctrina del Evangelio, y a su mal ejemplo, con el bueno de los Santos.
Apártate cuanto antes de estas malas compañías que nada bueno pueden traer a tu vida. Deja estas amistades tóxicas, que por buena persona que seas, vendrás a ser semejante a las personas que tratas. Conversa con personas buenas, cuyo ejemplo te inspirará el amor a la virtud y el aborrecimiento a los vicios y a la mala vida.
Acuérdate finalmente que es muy cierto, que tratando con los buenos, serás bueno y con los malos, malo acabarás siendo.
Ruega por los que andan en malas compañías.
ORACIÓN
Señor Dios, Padre mío celestial,
por cuyo amor divino,
a los Bienaventurados Mártires tuyos
San Juan у San Pablo,
les fue execrable la familiaridad
del impío Juliano Apostata.
Concédenos, que instruidos en sus ejemplos,
sepamos huir de la compañía de los malos,
de sus ardides, artimañas y daños,
y gocemos de la compañía de los buenos,
compartiendo generosidad y amistad.
Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo,
que contigo vive y reina,
en compañía del Espíritu Santo.
Amén.
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