El examen mental de nosotros mismos a través de la meditación es el resultado de intentar contactar con una deidad o fuerza divina, por lo tanto es inmaterial.
Tratar de alcanzar una conexión a través de la meditación y / o la oración nos ayuda a resolver un problema, corregir problemas pasados, hacernos más felices y más saludables y nos pone en paz, este es el resultado que buscamos.
Tener conversaciones con el Creador, sea cual sea tu religión o creencia, es tan natural como respirar, y lo que buscamos y conseguimos realizar es la sanación de nuestra alma.
Esta oración que te presento te ayudará a conseguir un buen estado mental antes de realizar tu meditación.
ORACION
Mi acción de hoy comienza
con una sincera confianza en mi Maestro,
mi Creador, mi Dios, o mi fuente de todo bien.
Dame tus bendiciones Maestro,
para emprender mi camino hacía tu búsqueda.
A través de las virtudes que he ido adquiriendo
con mis prácticas habituales de meditación
voy consiguiendo mayor compenetración,
aceptación, benevolencia y comprensión
con todos y cada uno de los seres vivos
que encuentro a lo largo de mi camino,
y es mi deseo que ellos encuentren en mi
los cambios favorables que he realizado.
En esta mi vida humana, con todas sus libertades,
significados, desafíos y búsquedas
necesito de toda mi atención
para comprender y aceptar su esencia.
Bendíceme, Maestro, con esta comprensión
todo el día y la noche para poder
aprovechar cada una de sus enseñanzas.
Mi cuerpo, como una burbuja de agua,
decae y muere muy rápido.
Después de la muerte
vienen los resultados del karma,
como la sombra de un cuerpo.
Con este firme conocimiento y recuerdo,
bendíceme Maestro, para ser muy cauteloso,
evitando siempre las acciones dañinas
y reuniendo abundantes virtudes.
Bendíceme para esforzarme sinceramente
ante las acciones y momentos
que no dan satisfacción, solo atormentan;
Procúrame el favor de que sepa
obtener las fuerzas y el ánimo necesario
para obtener la felicidad de la libertad perfecta.
Bendíceme mi amado Maestro,
para que de este pensamiento puro,
venga la atención y la mayor precaución,
para mantenerlo como mi práctica esencial.
Al calmar mis distracciones
y analizar los significados perfectos,
bendíceme para obtener rápidamente
la unión de percepción y quietud especiales.
Cuando me convierta en un contenedor puro
a través de caminos comunes,
bendíceme para entrar en la práctica
de la esencia de la buena fortuna.
Los logros de mi vida, dependen de mi atención,
motivación, claridad y concentración,
mis realización como ser superior,
y la aceptación de mis compromisos.
Bendíceme, Maestro mío,
para entender esto claramente
y mantenerlos a costa de mi vida.
Ayúdame a encontrar el camino explicado
por los Santos y Sagrados Maestros,
Bendíceme para obtener sus enseñanzas,
que son la esencia del conocimiento de la vida.
Que aquellos que me guíen en el buen camino,
y todos mis compañeros tengan vidas largas;
Bendíceme para pacificar por completo
todos los obstáculos, externos e internos.
De los corazones de todos los seres sagrados
fluyen arroyos de luz y néctar,
otorgando bendiciones y purificación,
que siempre encuentre maestros perfectos,
y me deleite en sus enseñanzas,
para la consecución de un mejor estado
al comprender todos los motivos
y significados rápidamente,
recibiendo bendiciones y purificación.
En este punto comenzamos
la contemplación y la meditación reales.
Después de la meditación,
dedicamos nuestro mérito
mientras recitamos la siguiente oración:
Que todos podamos experimentar
la felicidad de los humanos y los dioses,
y alcanzar rápidamente la iluminación,
la calma y la plenitud de la vida.
Que yo y todos los seres sintientes,
hasta que logremos la iluminación,
busquemos refugio
en los Santos y Sagrados Maestros
que preparan nuestro camino
haciéndolo más fácil y llevadero.
Que todos sean felices,
que todos puedan liberarse de la miseria,
que nadie se separe de su felicidad,
que todos tengan ecuanimidad,
libres de odio y apego.
con una sincera confianza en mi Maestro,
mi Creador, mi Dios, o mi fuente de todo bien.
Dame tus bendiciones Maestro,
para emprender mi camino hacía tu búsqueda.
A través de las virtudes que he ido adquiriendo
con mis prácticas habituales de meditación
voy consiguiendo mayor compenetración,
aceptación, benevolencia y comprensión
con todos y cada uno de los seres vivos
que encuentro a lo largo de mi camino,
y es mi deseo que ellos encuentren en mi
los cambios favorables que he realizado.
En esta mi vida humana, con todas sus libertades,
significados, desafíos y búsquedas
necesito de toda mi atención
para comprender y aceptar su esencia.
Bendíceme, Maestro, con esta comprensión
todo el día y la noche para poder
aprovechar cada una de sus enseñanzas.
Mi cuerpo, como una burbuja de agua,
decae y muere muy rápido.
Después de la muerte
vienen los resultados del karma,
como la sombra de un cuerpo.
Con este firme conocimiento y recuerdo,
bendíceme Maestro, para ser muy cauteloso,
evitando siempre las acciones dañinas
y reuniendo abundantes virtudes.
Bendíceme para esforzarme sinceramente
ante las acciones y momentos
que no dan satisfacción, solo atormentan;
Procúrame el favor de que sepa
obtener las fuerzas y el ánimo necesario
para obtener la felicidad de la libertad perfecta.
Bendíceme mi amado Maestro,
para que de este pensamiento puro,
venga la atención y la mayor precaución,
para mantenerlo como mi práctica esencial.
Al calmar mis distracciones
y analizar los significados perfectos,
bendíceme para obtener rápidamente
la unión de percepción y quietud especiales.
Cuando me convierta en un contenedor puro
a través de caminos comunes,
bendíceme para entrar en la práctica
de la esencia de la buena fortuna.
Los logros de mi vida, dependen de mi atención,
motivación, claridad y concentración,
mis realización como ser superior,
y la aceptación de mis compromisos.
Bendíceme, Maestro mío,
para entender esto claramente
y mantenerlos a costa de mi vida.
Ayúdame a encontrar el camino explicado
por los Santos y Sagrados Maestros,
Bendíceme para obtener sus enseñanzas,
que son la esencia del conocimiento de la vida.
Que aquellos que me guíen en el buen camino,
y todos mis compañeros tengan vidas largas;
Bendíceme para pacificar por completo
todos los obstáculos, externos e internos.
De los corazones de todos los seres sagrados
fluyen arroyos de luz y néctar,
otorgando bendiciones y purificación,
que siempre encuentre maestros perfectos,
y me deleite en sus enseñanzas,
para la consecución de un mejor estado
al comprender todos los motivos
y significados rápidamente,
recibiendo bendiciones y purificación.
En este punto comenzamos
la contemplación y la meditación reales.
Después de la meditación,
dedicamos nuestro mérito
mientras recitamos la siguiente oración:
Que todos podamos experimentar
la felicidad de los humanos y los dioses,
y alcanzar rápidamente la iluminación,
la calma y la plenitud de la vida.
Que yo y todos los seres sintientes,
hasta que logremos la iluminación,
busquemos refugio
en los Santos y Sagrados Maestros
que preparan nuestro camino
haciéndolo más fácil y llevadero.
Que todos sean felices,
que todos puedan liberarse de la miseria,
que nadie se separe de su felicidad,
que todos tengan ecuanimidad,
libres de odio y apego.
Meditar es un término comodín que abarca gran diversidad de técnicas encaminadas a lograr un estado de iluminación, o de éxtasis, o los dos a la vez.
Pese a la variedad de los planteamientos, casi todas las formas de la meditación pueden clasificarse en una de las dos categorías básicas siguientes:
- La primera, que inspira la mayoría de las técnicas de meditación cristinas, sufíes y del yoga, consiste en intensificar la concentración.
El adepto o adepta dedican toda su atención indivisa a una sola idea o percepción, en busca de la absorción total que conduce al entendimiento.
En caso de éxito se produce un estado de trance, durante el cual se atenúa la conciencia de los fenómenos externos y desaparecen los efectos rivales de sus estímulos.
Los entendidos creen que ésta es la forma de meditación más antigua y que alcanzado el nivel superior de la práctica, ésta conduce a los estados de éxtasis.
- La segunda, desarrollada por el Buda según admite la tradición, consiste en el examen pasivo de los contenidos variables de la conciencia individual, procurando no dar preferencia a ningún aspecto de tales contenidos, ni vincularse a ninguno de los que se observen o vayan surgiendo.
El objetivo de este tipo de meditación, obviamente, es alcanzar un estado consciente superior, pero también crea un canal muy eficaz por donde ciertos contenidos antes inconscientes se revelan a la mente consciente.
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