abogada de los males de dientes:
Puesta mi devoción a vuestros pies,
atendiendo al mal que ahora aflige mi corazón,
os suplico y ruego consigáis de mi Dios y Señor
lo que deseo y pido en esta plegaria,
lo que deseo y pido en esta plegaria,
si es para gloria suya y honra vuestra.
Y si no, dirigid mi súplica al Altísimo
Y si no, dirigid mi súplica al Altísimo
para alcanzar aquello que sea más conveniente
al provecho de mi alma.
Gloriosísima virgen y mártir Santa Apolonia,
Gloriosísima virgen y mártir Santa Apolonia,
que para ser verdadera imagen de nuestro Redentor
merecisteis la palma del martirio en una hoguera:
Alcanzadme, oh gran abogada y protectora mía,
merecisteis la palma del martirio en una hoguera:
Alcanzadme, oh gran abogada y protectora mía,
de mi Dios y Señor que,
imitando vuestra fortaleza y constancia,
calme mis deseos para el mundo,
calme mis deseos para el mundo,
como el Apóstol, viviendo en él
como peregrino que camina a su patria.
Y que la soberana Providencia
como peregrino que camina a su patria.
Y que la soberana Providencia
me mantenga en el estado de alerta,
porque puede ofrecerme el mundo,
enemigo común de los humanos,
porque puede ofrecerme el mundo,
enemigo común de los humanos,
tropiezos y lazos para detenerme
y hacerme caer en el abismo de la culpa.
Te suplico, oh preciosísima virgen y mártir,
consigáis de vuestro celestial Esposo
y Dios y Señor mío,
que me asista con su gracia
para vencer las dificultades y dolores
que se me propongan,
y huir de los peligros que me acechen
para la felicidad de mi viaje por la vida.
Y pues sois tan gran abogada
que se me propongan,
y huir de los peligros que me acechen
para la felicidad de mi viaje por la vida.
Y pues sois tan gran abogada
de los males de dientes y muelas,
asistidme siempre en ellos
y aliviad mis sufrimientos
y aliviad mis sufrimientos
en todos mis trabajos, intercediendo
con la Reina de los ángeles,
María Santísima, Madre de Dios
y Señora nuestra,
y Señora nuestra,
como Madre que es de Misericordia,
para que me mire con sus clementísimos ojos,
para que me mire con sus clementísimos ojos,
acompañándome en aquella
tan peligrosa como importante última hora,
para que, libre de dolores,
logre con suave quietud el fin para que fui creado
logre con suave quietud el fin para que fui creado
en compañía suya, vuestra
y de todos los santos y santas de la Corte celestial.
Os suplico que aplaquéis
Os suplico que aplaquéis
los males que me aquejan,
calmando los dolores
que tanto me afligen y mal me causan.
Amén.
A MI DIOS Y SEÑOR
Poderoso Dios, Señor mío,
Poderoso Dios, Señor mío,
libertador de vuestros escogidos,
protector de todos los fieles
protector de todos los fieles
que veneran y adoran vuestra soberana deidad:
Os ofrezco los méritos
de vuestra pura esposa Santa Apolonia,
Os ofrezco los méritos
de vuestra pura esposa Santa Apolonia,
a quien desde que nació
librasteis de toda corrupción,
como humilde esposa destinada
a vuestro celestial tálamo,
y por ellos os ruego me libre
a vuestro celestial tálamo,
y por ellos os ruego me libre
vuestra piedad generosa
de toda mancha y perdición de culpa,
de toda mancha y perdición de culpa,
para que, pura y limpia mi alma,
goce ante vuestros divinos ojos
por eternidades de gloria.
goce ante vuestros divinos ojos
por eternidades de gloria.
Amén
Se rezará tres veces el Padre Nuestro
y el Ave María, y se expondrá a la Santa
sus necesidades y peticiones.
Oh Dios, por cuyo amor la bienaventurada
sus necesidades y peticiones.
Oh Dios, por cuyo amor la bienaventurada
virgen y mártir Santa Apolonia
sufrió con tanta constancia
que la arrancasen todos los dientes,
que la arrancasen todos los dientes,
y concediéndole que todos aquellos
que implorasen su intercesión
sean libres de los males de dientes y de cabeza
os ruego me otorguéis la gracia
de quedar libre del dolor que me atenaza
os ruego me otorguéis la gracia
de quedar libre del dolor que me atenaza
por mediación de tan gloriosa santa.
Por nuestro Señor Jesucristo,
Por nuestro Señor Jesucristo,
Hijo vuestro, que, siendo Dios,
vive y reina con vos,
en unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Amén.
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