Los milagros y favores que realiza la Virgen Candelaria, son constantes y muy numerosos, por lo que es llamada "la Milagrosísima" y es visitada anualmente en su Santuario, “La Villa de la Virgen’’, por miles de personas, de todas las clases sociales, para darle gracias, llevarle flores y hacerle nuevas peticiones de ayuda.
A vos Isleña Divina
Morenica Celestial.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
En Canarias, ¡oh maravilla
de la infinita bondad,
parecisteis Taumaturga
Divina clara Beldad!
más de un siglo antes
Morenica Celestial.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
En Canarias, ¡oh maravilla
de la infinita bondad,
parecisteis Taumaturga
Divina clara Beldad!
más de un siglo antes
que hubiese fe en aquel lugar.
Oh! ¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Prósperos Guanches, felices
tu imagen ven, y en su afán
a rustico examen fían,
si es tu belleza inmortal;
Y contentos mortales
te pretenden adorar.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Oh! ¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Prósperos Guanches, felices
tu imagen ven, y en su afán
a rustico examen fían,
si es tu belleza inmortal;
Y contentos mortales
te pretenden adorar.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
A novedad tan del Cielo
se unen los Reyes, y van
festivos con placer y júbilo
con tosco aparato Real:
Obsequiosos os tributan
palacio, Cueva, y Altar.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Eres la Madre la mas linda
todo piedad, y dulzura;
del mundo eres Abogada,
imán seguro en el mar:
En la tierra guía segura;
sin riesgo de zozobrar,
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
¿Quién a tus pies señora
llegó a pedir, y rogar,
que tardase en alcanzar,
mas tiempo, que suplicar,
tu que a todos escuchas
y decides ayudar?
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Aurora del mejor Sol,
que trajiste para alumbrar
a toda la raza humana
y vencer al dragón infernal.
Resplandor, cuyo Zenit
todo es luz orbicular.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Tu eres la Escala de Jacob
de los hijos de Adán,
victoriosos contra Belcebú
y contra el lujurioso Pan,
tu vientre virginal
es tálamo celestial.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Cuantos, Isleño Horizonte
en tus Playas de coral
entre argentadas espumas
vieron mil veces brillar
flamígeras luces, señal
de tu guardia tan singular.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Venturoso Tenerife
ufánate, sin envidiar
del Tesoro de Guadalupe,
ni de Zaragoza el Pilar.
De España regia la Atocha
ni de Loreto casa, y solar
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Démonos devotos y agradecidos
el para bien singular
en todo lugar y tiempo,
por tener Patrona sin par
de la fe y Evangelio,
que nos vino a predicar.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
A la Gloria; Gran María
condúcenos sin peligrar.
Oh! Virgen de Candelaria
luciente Estrella del mar.
Bienaventurada Madre,
se unen los Reyes, y van
festivos con placer y júbilo
con tosco aparato Real:
Obsequiosos os tributan
palacio, Cueva, y Altar.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Eres la Madre la mas linda
todo piedad, y dulzura;
del mundo eres Abogada,
imán seguro en el mar:
En la tierra guía segura;
sin riesgo de zozobrar,
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
¿Quién a tus pies señora
llegó a pedir, y rogar,
que tardase en alcanzar,
mas tiempo, que suplicar,
tu que a todos escuchas
y decides ayudar?
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Aurora del mejor Sol,
que trajiste para alumbrar
a toda la raza humana
y vencer al dragón infernal.
Resplandor, cuyo Zenit
todo es luz orbicular.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Tu eres la Escala de Jacob
de los hijos de Adán,
victoriosos contra Belcebú
y contra el lujurioso Pan,
tu vientre virginal
es tálamo celestial.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Cuantos, Isleño Horizonte
en tus Playas de coral
entre argentadas espumas
vieron mil veces brillar
flamígeras luces, señal
de tu guardia tan singular.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Venturoso Tenerife
ufánate, sin envidiar
del Tesoro de Guadalupe,
ni de Zaragoza el Pilar.
De España regia la Atocha
ni de Loreto casa, y solar
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
Démonos devotos y agradecidos
el para bien singular
en todo lugar y tiempo,
por tener Patrona sin par
de la fe y Evangelio,
que nos vino a predicar.
¡Oh Virgen de Candelaria!
luciente Estrella del mar.
A la Gloria; Gran María
condúcenos sin peligrar.
Oh! Virgen de Candelaria
luciente Estrella del mar.
Bienaventurada Madre,
y Purísima Virgen de Candelaria
Gloriosa Reina del mundo!
En el día de hoy te pido que seas mi protectora,
y que tengas a bien concederme
la petición que con tanta fe y esperanza
deposito ante tus pies:
(Hacer la petición)
Ayúdame en mis necesidades,
Madre Santísima,
que tu sabes, son muchas y urgentes.
No me dejes en el abandono,
porque sin tu ayuda mis esfuerzos no rinden,
y la desesperación me abruma.
Tu que eres la Milagrosísima,
Señora, vela por mi y por los míos.
Esperanza de los que celebran
tu llegada de Purificación,
Santísima María de Candelaria,
ruega a Dios por mi,
tu llegada de Purificación,
Santísima María de Candelaria,
ruega a Dios por mi,
para que vea mi súplica
con ojos bondadosos,
y para que sea digno de
las promesas de Cristo,
y para que sea digno de
las promesas de Cristo,
Dios y Señor nuestro.
ORACIÓN
¡ Oh Dios y Señor! Os rogamos concedáis,
ORACIÓN
¡ Oh Dios y Señor! Os rogamos concedáis,
nos infundáis en nuestras almas vuestra gracia,
para que los que conocemos
a vuestro unigénito Hijo,
encardado en las entrañas de María,
saludada del Ángel,
mediante su pasión, y cruz seamos presentados
a la Gloria de la resurrección
por Jesucristo Señor nuestro.
por Jesucristo Señor nuestro.
Amen
Historia de la Virgen de Candelaria:
Fue durante el mes de agosto del año 1392, cuando sucedió que dos guanches iban por la orilla del mar pastoreando su ganado. Llegaron cerca de la boca del barranco Chimisay, que significa, Piedras Blancas, lugar del que extraían el material para hacer tinajas y otros útiles, cuando notaron que el ganado parecía no poder avanzar, como si algún obstáculo interfiriera en su camino.
Se adelantó uno de los dos guanches y, al mirar hacia el barranco, en lo alto de una peña, vio la imagen de una mujer, la Virgen María.
A la vez temeroso y sorprendido llamó a su compañero, quién como él mismo, quedó sorprendido, máxime al ver que la Señora tenía un niño en sus brazos.
Les hubiera gustado preguntarle quién era y qué quería. Pero entre los guanches había una ley muy rigurosa, que les prohibía hablar a las mujeres que se encontraban solas y fuera de sus poblados, por lo que únicamente le hicieron señas para que se apartara, y así el rebaño pudiera seguir su camino.
Viendo que la Señora no les hacía caso, uno de ellos cogió una piedra del suelo con intención de arrojársela para apartarla, y en ese intento el brazo se le quedó paralizado, sin vida.
Les hubiera gustado preguntarle quién era y qué quería. Pero entre los guanches había una ley muy rigurosa, que les prohibía hablar a las mujeres que se encontraban solas y fuera de sus poblados, por lo que únicamente le hicieron señas para que se apartara, y así el rebaño pudiera seguir su camino.
Viendo que la Señora no les hacía caso, uno de ellos cogió una piedra del suelo con intención de arrojársela para apartarla, y en ese intento el brazo se le quedó paralizado, sin vida.
Su compañero, al ver lo que pasaba buscó una piedra cortante, y acercándose a ella de nuevo intentó agredirla cortándole los dedos de la mano. Pero justo al contrario, lo que pasaba era que fueron sus propios dedos los que se cortaban, sangrando y provocándole dolor.
Corrieron los pastores, asustados, al Rey de Güímar, ya que eran súbditos suyos, y le contaron lo sucedido.
El Rey miraba el brazo rígido de uno y los dedos cortados del otro, pero no sabía que pensar de este asunto, por lo que decidió reunir a su Consejo acordando que irían todos al lugar del suceso para comprobar los hechos.
Una vez allí vieron con su propios ojos la aparición, a la que comenzaron a llamar "La Extranjera", teniendo ya muy claro que aquella figura era un ser superior. De esta manera tomaron la decisión de llevarla a misma morada del Rey, para atenderla y cuidarla de la mejor manera posible.
Al ir a cargar con Ella para trasladarla, nadie osaba acercarse, no sea le sucediera algo adverso, como antes a los otros dos pastores y por mandato real fueron estos mismos pastores que la encontraron los encargados de llevarla al lugar decidido.
Más al mismo instante de tomarla con las manos, los dos quedaron curados, uno del brazo que le quedó inmóvil, y el otro, de los dedos cortados.
Ante tal milagro, los presentes llenos de alegría empezaron a cantar, vocear y silbar.
También decide el Rey que solamente él y sus más cercanos servidores serían los que podrían acercarse a la Imagen, cuando al emprender el camino, la imagen comenzó a pesar de tal manera que les fue necesario detenerse y pedir ayuda y socorro, es por esto que en este mismo lugar, más adelante se construyó la Ermita del Socorro, que actualmente sigue abierta al público.
Al llegar con la imagen a la vivienda del Rey la colocaron sobre un pedestal de piedra, cubriéndola con paños y pieles según sus mismas costumbres. Y no la mostraban a nadie. Sólo el Rey era quien determinaba los días y las personas que podían contemplarla, creando entre los guanches un halo de misterio que nunca llegaron a comprender.
Si se observaba detenidamente, deducían que era mujer, pues llevaba el Niño en los brazos. Pero la candela que lleva en la mano derecha y el vestido tan largo y de colores, seguía constituyendo para ellos un enigma. Era pues un personaje a quien reverenciaban y a la vez temían, pues sabían de su poder. Poseedores de un alma tan limpia, los guanches fueron gentes amables y solícitos para con la Señora.
Ella correspondía generosamente a estos cuidados, pues muchas veces habían visto a la santa Imagen rodeada de luz, habían oído músicas celestiales, y habían percibido a su alrededor suavísimos olores, desconocidos para ellos.
La Comunidad de Padres Dominicos, que, está al servicio del Santuario desde el año 1530, acordó por unanimidad encargar una nueva imagen, cuando la original desapareció, a uno de los mejores imagineros de la Isla, a Fernando Estévez del Sacramento.
Así se hizo. Y, en la festividad del día 2 de febrero del año 1830, se pudo bendecir la nueva imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, que fue esculpida en medidas y proporciones artísticas similares a la primitiva.
Desde el año 1599, es la Virgen de la Candelaria celestial Patrona de todo el Archipiélago Canario.
Pero su devoción se ha extendido por todo el mundo.
Dice la canción popular:
“Muchas flores la fortuna
regaló a las Canarias;
pero como Tú ninguna.
Virgen de la Candelaria”.
“Virgen de Candelaria,
la más bonita, la más morena,
la que extiende su manto
la más bonita, la más morena,
la que extiende su manto
desde la cumbre hasta la arena”.
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