Cada gesto amoroso de respeto hacia la Madre Tierra es un rito apreciado por Pachamama. Es apropiado cantar o cantar mientras se realizan tareas agrícolas, o hacer ofrendas en forma de trigo, arroz o cristales para enterrar al pie de un árbol atesorado, como muestra de gratitud.
Otra ofrenda que sería muy agradable a Pachamama, sería por ejemplo, adoptar un pequeño bosque para cuidarlo, o una playa, organizar una reunión entre amigos para despejar la basura de un lugar de la naturaleza, enseñando a los niños a hacer lo mismo.
Cualquier acto de amor es apreciado por Pachamama.
ORACION A PACHA MAMA
Planeta Tierra, divina Diosa,
Madre Naturaleza:
Eres, la sagrada y poderosa
Reina de todos los Dioses,
dadora y sustentadora de vida
que reinas en el Universo
proporcionando su inteligente equilibrio.
¡Oh Diosa! te adoro como divina,
invoco tu nombre para pedirte
que sea tu aliento el que nos guíe,
que la luz del sol que nos envías, nos reconforte,
nos purifique y sane nuestras heridas.
Tú, que generas toda vida
y siempre haces que los días se sucedan,
calma las tempestades,
devuelve la salud a nuestras aguas,
calma los fuegos,
cura nuestros cuerpos y nuestros espíritus.
Que tu manto de luz
nos ayude a encontrar la claridad
y que siempre sepamos agradecerte
la belleza que nos proporcionas,
tu, que nos permites ver la belleza de las flores
y disfrutar de su fragancia;
tu que nos provees del alimento
que satisface nuestras necesidades corporales,
así como mantienes el agua fresca y cristalina
para saciar nuestra sed;
sé tu, amorosa Madre, quién
nos guie por el camino de la restauración
para recuperar la salubridad del planeta.
Guardiana del cielo, del mar, del viento y del fuego,
de todos los dioses y poderes,
concédenos por tu influencia
que toda la naturaleza se aquiete y se calmen
los desastres naturales que nos amenazan.
En cada momento de nuestra existencia
te agradecemos por enviarnos
la agradable luz de cada día,
y que alimentes la vida con tu promesa eterna,
para que cuando el hombre fallezca,
su espíritu se eleve contigo
y su cuerpo vuelva a tus entrañas,
para ser el alimento y renovación de la Vida.
Hoy te pido tu condescendencia
para concederme lo que te pido en esta plegaria:
(Hacer una petición)
para que pueda llenar tu divinidad con gracia,
con la fe que mereces y que deposito en ti.
En la visión dualista de los incas, Inti era la gran divinidad masculina, con una baja contraparte femenina, Pachamama.
El culto de Inti en realidad estaba reservado a una elite restringida, mientras que el culto de Pachamama estaba más conectado con el mundo rural, por lo tanto, con la población y la mayoría de los andinos, que alimentaban para ella una profunda relación mutua de devoción.
Se celebraron rituales diarios en su honor para garantizar que hubiera suficiente cantidad de comida disponible. Durante la siembra y la cosecha, las mujeres que trabajaban en los campos solían susurrarle a Mamapacha, derramando, de vez en cuando, sobre su superficie alimentos hechos de trigo, como ofrendas de gratitud.
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